Cada vez oímos más acerca de alimentación “natural” y alimentación “ecológica”… Pero, ¿Qué son exactamente?
Aunque los conceptos de “ecológico” y “natural” puedan parecer lo mismo, en realidad no estamos hablando de un equivalente porque cada uno de los dos conceptos tienen características distintas, en este post os hablaré de cuáles son.
A la hora de reconocerlos cuando vamos a comprarlos, en el caso de un producto ecológico, es muy fácil distinguirlo porque debe llevar en su envase un sello oficial que lo acredite como tal, y si no lo lleva… pues no es un producto eco. Si no tenéis muy claros cuáles son los sellos que acreditan los productos ecológicos, os invito a que leáis este otro post.
Ahora bien, en el caso del concepto “natural” la cosa se complica porque es mucho más amplio y no dispone de demasiada certificación oficial. Por ello es necesario saber qué es exactamente un alimento “natural”, para no confundirlo con un producto sometido a un proceso más industrial o convencional.
Vamos a ver cuáles son las características de los conceptos “ecológico” y “natural”:
¿Qué son los alimentos ecológicos?
- Se basa en mantener la salud de la tierra, y el ecosistema, por lo que los cultivos se adaptan a las condiciones del suelo para no agotarlo. No se usan semillas genéticamente modificada, aguas tratadas, herbicidas, pesticidas, fungicidas o productos que puedan dejar residuos tóxicos en los alimentos.
- En la ganadería se cuida la alimentación de los animales únicamente con alimentos ecológicos de origen vegetal, y está prohibido darles a los animales hormona del crecimiento u antibióticos. Se cuidan las condiciones de vida de los animales fomentando un trato saludable y los animales disfrutan de espacio para pastar.
- En la transformación de estos alimentos se prohíbe usar sustancias o alimentos transgénicos (modificados genéticamente), o conservantes.
La posterior comercialización de estos productos se implica en normas del comercio justo para impulsar el consumo de productos locales contribuyendo al desarrollo sostenible de las distintas comunidades donde se producen.
¿Qué son los alimentos naturales?
- Según la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, los alimentos naturales son procesados sin conservantes ni colorantes, pero pueden haber sido cultivados usando plaguicidas, herbicidas u otros métodos convencionales.
- Los alimentos naturales desde vegetales, carnes, pescados los encuentras en cualquier lugar, es más fácil encontrarlos que los ecológicos.
- La gran mayoría de alimentos naturales que se venden al público en mercados o supermercados han pasado controles de calidad en origen y en destino, (no se venden si no han pasado estos controles y son aptos para el consumo humano), aunque también se pueden encontrar productos naturales que se vendan en mercadillos o venta ambulante que no estén etiquetados ni hayan pasado control alguno.
Si bien los alimentos naturales pasan por controles, los productos ecológicos, para ser considerados como tal, han de cumplir controles mucho más estrictos.
Es importante fijarse en las etiquetas, ya que los productos ecológicos deben llevar logotipos que los distingan. Los logotipos que cuentan son los oficiales que son las que otorgan las administraciones públicas (locales, autonómicas, nacionales o de la Unión Europea), que aseguran que el producto se ha sometido a una producción regulada. Os invito a leer este otro post donde hablo de ellos en detalle.
Cualquier otra identificación en el etiquetado que no sea el oficial donde usan los términos “ecólogico” u “orgánico” solamente es una manera de atraer al consumidor, además de una estafa en la mayoría de casos.
El precio también puede parecer orientativo, ya que los alimentos ecológicos suelen tener precios superiores a los convencionales (entre otras cosas porque la producción es más cara), pero no debe ser lo que nos haga decidir la compra ya que algunos fabricantes se suben al carro aumentando sus beneficios sin tener la certificación oficial que acredite sus procesos y/o materias primas como productos ecológicos.
Y no puedo acabar este post sin hablaros antes de que a parte de los productos “ecológicos” y “naturales”, lo que más abunda todavía en los hipermercados son los productos sometidos a procesos industriales, muchos de los cuales llevan sustancias artificiales como parte de sus ingredientes (como edulcorantes, conservantes o colorantes, entre otros).
La gran mayoría de los alimentos y bebidas que hemos ido consumiendo diariamente a lo largo de los años están compuestos por ingredientes orgánicos y naturales, pero también artificiales (y en algunos casos en grandes medidas). De los dos primeros ya os he hablado en este artículo, en cuanto a los artificiales, os hablo brevemente de ellos a continuación:
¿Por qué existen productos que llevan sustancias artificiales?
Las sustancias artificiales que se encuentran en algunos productos de consumo son sustancias producidas por el hombre. Éstas suelen utilizarse para embellecer, conservar y en general maquillar o potenciar las características de los productos que se fabrican industrialmente.
El objetivo que persiguen los fabricantes al utilizar estas sustancias artificiales es el de maximizar los beneficios económicos, sin tener demasiado reparo en lo que éstas puedan causar en la salud de quienes las consumen.
Estas sustancias artificiales pueden ser de dos tipos:
Natural-idénticas: se refiere a sustancias artificiales químicamente idénticas a las que se encuentran en la naturaleza. Son utilizadas por el cuerpo de igual manera, ya que poseen las mismas funciones. Dos ejemplos son las vitaminas y minerales sintéticos.
Artificiales: elementos o productos creados por el hombre, ya sea para imitar en características y funciones a uno natural o para aparentar dicho elemento sin poseer todas sus características. Un buen ejemplo son los edulcorantes intensos que simulan al azúcar en sabor pero no aportan calorías y tienen una estructura química diferente.
Podemos encontrar entre los edulcorantes artificiales el aspartamo (en Europa se corresponde con el código E951), un edulcorante no calórico que se utiliza en muchos alimentos en todo el mundo. Es entre 150 y 200 veces más dulce que el azúcar. Es el responsable de endulzar la mayoría de productos “sin azúcar” o light de los que se consumen habitualmente, así como para dar sabor a los chicles y a la mayoría de yogures y lácteos del mercado.
Yo particularmente evito sobretodo las sustancias artificiales como los colorantes, saborizantes y conservantes porque muchos estudios relacionan estas sustancias con deterioros importantes en la salud, especialmente cuando algunas de esas sustancias se combinan entre sí y son consumidas de manera rutinaria.
Bueno, ahora sí doy por terminado este post y como siempre, espero haber aportado información que pueda serviros de ayuda en vuestras decisiones de compra. 🙂