La producción respeta la naturaleza.
Los productos son producidos de manera sostenible.
Los operadores de la producción orgánica son controlados una vez al año por los organismos o autoridades de control para garantizar que se respeten todas las normas orgánicas y todas las normas sanitarias y de protección al consumidor.
Los animales de granja pastan libremente al aire libre y son tratados de acuerdo a las condiciones de bienestar animal.
Los organismos genéticamente modificados no son permitidos en la agricultura orgánica.
Para la comida, hay limitaciones estrictas al uso de pesticidas y fertilizantes químicos, antibióticos.
La agricultura orgánica limita estrictamente el uso de aditivos alimentarios y coadyuvantes de elaboración y otros insumos.
La mayor parte de los insumos para la producción agrícola provienen de la propia finca utilizando recursos locales y el conocimiento local.
Todas y cada una de las veces que compre un producto orgánico en el supermercado, o elija un vino ecológico en su restaurante favorito, usted puede estar seguro de que se producen de acuerdo a normas estrictas destinadas a respetar el medio ambiente y el bienestar animal.