El cambio de estación es el momento perfecto para darle a nuestro organismo la oportunidad de limpiar
Texto: Vanessa Losada, naturópata, especialista en nutrición naturista, ecofood coacher y directora del Aula de Biococina “El Sentido del Gusto”.
¿Por qué hacer un detox después de las vacaciones de verano?
El retorno de las vacaciones de verano es un buen momento para volver a una alimentación sana y equilibrada dejando atrás los excesos del verano. Es importante aumentar nuestra energía y prepararnos para la vuelta al trabajo y la rutina diaria. El cambio de estación es el momento perfecto para darle a nuestro organismo la oportunidad de limpiar, eliminar y excretar las toxinas a través del intestino, hígado, riñón, sistema linfático, piel y pulmones.
Depurar, hacer un detox o llevar una alimentación sana, no significa contar calorías sino ofrecerle al organismo los nutrientes necesarios para que se desarrollen correctamente todas las funciones metabólicas y sirva como herramienta para limpiar y regenerar el organismo.
¿Qué es Detox?
“Detox” significa desintoxicar, depurar o limpiar nuestro organismo a través de la alimentación y otros estímulos naturales. Cada día estamos expuestos a una carga tóxica importante. Por un lado nuestro organismo genera toxinas internas o subproductos de diferentes procesos metabólicos, y por otro estamos expuestos a multitud de tóxicos externos que nos afectan considerablemente. La contaminación, radiaciones electromagnéticas y por supuesto una alimentación poco saludable basada en productos industriales ricos en aditivos, pesticidas y abonos químicos pueden tener efectos nocivos sobre la salud a corto y largo plazo.
La desintoxicación consiste en darle al cuerpo las herramientas necesarias para que pueda eliminar su carga tóxica y restablecer el equilibrio. Las vitaminas, minerales y enzimas de una alimentación sana y limpia son la base para comenzar cualquier depuración.
Hacer una limpieza puntual no produce grandes cambios en nuestro organismo si no va acompañada de una rutina de alimentación saludable a lo largo de todo el año, para evitar una acumulación excesiva de toxinas y poder beneficiarios del bienestar general que produce.
8 claves Detox
1. Come limpio
La clave está en reducir la ingesta diaria de tóxicos, eliminando aquellos alimentos más desnaturalizados, como snacks, enlatados, precocinados, comida rápida, industriales, azúcares…; y sustituyéndolos por productos naturales, frescos y ecológicos de alto valor nutricional.
Consume producto local, frutas y verduras de temporada, legumbres y cereales integrales sin gluten: como el mijo, trigo sarraceno, quinoa, arroz integral, amaranto, etc… Introduce diariamente frutos secos y semillas crudas en todos tus platos.
Evita y elimina el azúcar, el café, té negro, el alcohol, los productos refinados, alimentos preparados, carne y embutido, mantequilla o margarina, lácteos, comida rápida, chucherías, enlatados, bebidas carbonatadas, fritos, harinas, aceites refinados…
2. Di no a pesticidas, abonos químicos y aditivos
Los pesticidas contienen metales pesados que producen una alteración del sistema endocrino e inmunitario. Favorecen la producción de radicales libres e impiden la absorción de los minerales necesarios para que se produzcan diferentes reacciones enzimáticas. Muchos de ellos son cancerígenos y contribuyen a la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y Alzheimer.
Los abonos químicos producen un aumento de nitratos en el suelo que se transforman en nitrosaminas; producto cancerígeno resultante de una fertilización desequilibrada.
3. Micronutrientes para revitalizarte
Las vitaminas y minerales, como la vitamina C, la vitamina E, el calcio, selenio o zinc… favorecen la eliminación de metales pesados.
Introduce alimentos ricos en vitaminas, minerales y oligoelementos en tu alimentación: algas, chlorella, espirulina, agua de mar, frutos secos, semillas, verduras de hoja verdes, hierba de cebada, frutas y verduras crudas, cereales integrales y legumbres.
4. Colabora con tus Enzimas
Las enzimas son moléculas esenciales que catalizan casi todas las reacciones químicas del metabolismo.
El organismo posee la capacidad de producir y almacenar enzimas, tanto digestivas para la asimilación de los alimentos, como metabólicas para las funciones corporales.
Una alimentación deficitaria en enzimas a largo plazo produce agotamiento enzimático y puede anular funciones fisiológicas, como la inmunología y la depuración.
Con una dieta rica en enzimas organismo dispone de más enzimas para la, depuración, reparación y la curación del cuerpo.
Podemos obtener enzimas de la fruta y verdura cruda, de las semillas crudas, de productos fermentados como el que kefir, kombucha, el miso, ciruela umeboshi, tamari…
5. Bebe mucha agua mineral o purificada
El agua, limpia de tóxicos y metales pesados, nos ayuda a disolver los alimentos que ingerimos.
Es además la encargada de transportar sustancias a las células y los tejidos, limpiar el organismo y regular nuestra temperaturas corporal.
6. Más vegetal y menos animal
Las proteínas animales, especialmente las que proceden de la carne y derivados, están cargados de aditivos, hormonas, antibióticos y grasas saturadas.
Cuando ingerimos una proteína animal nuestras células metabolizan las purinas que contiene y las transforma en ácido úrico. Después el hígado y los riñones se encargan de eliminar el ácido úrico para evitar la aparición de enfermedades como la gota. Una exceso de proteína animal sobrecarga estos órganos y agota la sus cualidades excretoras.
La acidificación que generan afecta al balance del calcio y contribuye a la descalcificación de los huesos.
Una toxemia derivada de un consumo importante de proteínas animales alteran la flora intestinal y se asocian con trastornos hormonales, desequilibrios del sistema nervioso, problemas cardiovasculares, colesterol, diabetes, cáncer y problemas en el corazón.
Opta por proteínas vegetales de buena calidad como: legumbres, frutos secos crudos, quinoa, amaranto, trigo sarraceno, espirulina, setas, trufa, levadura de cerveza y semillas de cáñamo…
7. Cocciones saludables
Intenta consumir una buena porción de frutas y verduras crudas todos los días.
Evita las cocciones largas y a altas temperaturas para conservar una buena parte nutrientes.
Cocina preferiblemente al vapor, escaldados, estofado, salteados y plancha.
8. Utensilios de cocina libres de tóxicos
Cuidado con el revestimiento de tus sartenes, ollas y planchas. Utiliza utensilios de cocina que no emitan tóxicos en contacto con el alimento y alteren la calidad del producto.
Elige sartenes y ollas de revestimiento de carbono, cerámica vitrificada, vidrio vitrocerámica o hierro fundido.
Descarta los envases de plástico y opta por comprar tuppers de vidrio.
Beneficios del detox
1. Pérdida de peso natural.
2. Efecto antioxidante.
3. Aumento de energía y vitalidad.
4. Mejora del sueño.
5. Mejora la concentración.
6. Claridad mental.
7. Evita comportamientos compulsivos con la comida.
8. Regula del colesterol y sistema cardiovascular.
9. Regenera el sistema de digestivo y mejora las digestiones, evitando gases e inflamaciones.