Si quieres cambiar la ropa de cama de tu habitación o la de tus niños, qué mejor que recurrir al algodón orgánico
Cada cierto tiempo llega un momento que te gustaría darle un nuevo aire a tu casa. Tal vez te has aburrido de la gama de colores, los cuadros que tienes no parecen tan originales como cuando los compraste o simplemente te has cansado del mueble que compraste al mudarte a tu nueva casa. Ahora que volvemos con las pilas cargadas de las vacaciones, con nuevas ideas, nuevos propósitos, qué mejor que hacer unos cambios eco en tu casa.
Un cambio sencillo y efectivo es cambiar la funda de los cojines o la colcha de la cama o poner unas cortinas con un estampado divertido en el salón. Y la mejor manera es utilizando tejidos ecológicos que provienen de materiales naturales o de materiales reciclados. Para certificar que estos tejidos son ecológicos deben cumplir las siguientes normas durante el proceso de fabricación: reciclar agua, minimizar el impacto ambiental, utilizar elementos biodegradables, no usar procesos químicos y utilizar de forma racional los recursos naturales.
Para empezar a cambiar tu habitación o el salón, qué mejor que con el material más sostenible de la naturaleza: el bambú. Crece a gran velocidad, es resistente y no necesita pesticidas. De este material podemos encontrar alfombras que darán una ambiente cálido y te duraran una larga temporada.
Otro material con el que puedes volver a tapizar tu sofá o cambiar los cojines es el poliéster. Si, tal como lees, aunque proviene del petróleo, muchas empresas empiezan a fabricar este material utilizando botellas de plástico reciclado. Gracias a la gran variedad de telas de este tipo que hay en este momento, te permitirá elegir el color y la textura que más se adecue a tu casa.
Si quieres darle una vuelta a tus cortinas, el lino es tu tejido ideal. De origen vegetal y con unas propiedades tan buenas como su tacto, su ligereza a primera vista y su resistencia. Si buscas un poco, te darás cuenta de la diversidad de colores y estampados que existen.
Un textil muy habitual en nuestro hogar es la lana. Proveniente de origen animal, es un material al que se recurre muy a menudo (¿quién no tiene una manta en el sofá para esas noches de invierno?). Puede que para tapizar no es ideal cuando es 100% lana, ya os imaginéis por qué… ¡Pica!. Pero muchos tejidos reducen su porcentaje de lana y lo unen con materiales como la seda, creando un tela más suave. Y no nos olvidemos que la seda proviene de los gusanos de seda. Dos por uno.
O si simplemente quieres cambiar la ropa de cama de tu habitación o la de tus niños, qué mejor que recurrir al algodón 100% orgánico. Últimamente, si te das una vuelta por tiendas de decoración verás que podrás encontrar fundas de edredón o colchas fabricadas en este material a buen precio.
Como puedes ver, no será por la variedad de tejidos ecológicos que tenemos a nuestro alcance. Con un poco de determinación y decantándote por la opción que más te convenza, seguro que consigues dar un aire eco a tu casa.