Los parabenos, los conservantes de la cosmética
Los parabenos o parabenes son unos compuestos químicos muy utilizados en los cosméticos por su función como conservante, evita la infección con microorganismos (microbios), hongos o bacterias. Están ampliamente extendidos porque son baratos y se necesita poca cantidad para que cumplan su función. Con este compuesto se consigue preservar los cosméticos que usamos a diario, aumentando su período de utilización, efectividad y seguridad.
Los parabenos están presentes en el maquillaje, las cremas hidratantes, gamas capilares y de afeitado, entre otros. Los podemos identificar perfectamente en la etiqueta por sus nombres: methylparaben, propylparaben, butylparaben o benzylparaben. La concentración habitual de estos parabenos suele ser del 0,01 al 0,3%. Su concentración no puede superar el 0.4% por legislación (según Anexo V del Reglamento que contiene la lista de los conservantes admitidos en los productos cosméticos que podéis ver en este enlace)
Los parabenos son un grupo de 6 conservantes, contienen metanol, etano o propanol. En la UE (Unión Europea), se les han asignado los siguientes códigos: E214, E215, E216, E217, E218 y E219.
Los parabenos más usuales son:
Metilparabeno (methylparaben, Número E-218)
Etilparabeno (ethylparaben, E-214)
Propilparabeno (propylparaben, E-216)
Butilparabeno (butylparaben)
Otros parabenos menos comunes son isobutilparabeno (isobutylparaben), isopropilparabeno (isopropylparaben), bencilparabeno (benzylparaben) y sus sales. En cosméticos se suelen identificar también con estos nombres: Benzoato de sodio, el Sodium (y Ammonium) Laureate Sulphate.
¿Por qué es mejor evitar los parabenos?
La polémica surgió en 2004, cuando los parabenos se ponen bajo sospecha de que pueden alterar el equilibrio hormonal del organismo, después que el Journal of Applied Toxicology publicara un estudio en el que se habían detectado parabenos en ciertos tumores mamarios (podéis ver el estudio en este enlace). Pero no llegó a confirmar si tenía relación en la formación del cáncer.
El estudio se realizó en 2004 (llevado a cabo por oncólogos en la University of Reading, en Edinburgo) con tejido cancerígeno en el que saltó la alarma por primera vez debido a que en el 90% de las muestras analizadas procedentes de pacientes con cáncer de mama se habían encontrado trazas de parabenos. Después de varios estudios posteriores, no se ha llegado a conclusión de cómo afectan los parabenos al desarrollo del cáncer de mama, aunque algunos científicos apuntan a que los parabenos tienen una acción que imita a los estrógenos (hormonas sexuales, esteroides), y esto podría contribuir al desarrollo de los tumores cancerígenos.
Existen parabenos orgánicos que estan presentes de forma natural en algunos alimentos, como los arándanos, que se metabolizan bien de forma orgánica debido a que son ingeridos y no existe problema para el organismo. La advertencia o señal de alarma surge cuando esos parabenos, o parabenes son sintéticos (que se han fabricado de forma química o sea que no son orgánicos, sino artificiales) y se usan de manera tópica.
Diversos estudios han concluído que los parabenos son bien absorbidos por el tracto intestinal y perfectamente eliminados en la orina, pero cuando son absorbidos por la piel (cuando se utilizan externamente), parece que su eliminación no es tan sencilla y rápida.