Aunque no lo parezca, los objetos y muebles que tenemos en nuestros hogares tienen un impacto directo en nuestra salud mental y nuestro bienestar. Rodearnos de artículos que respeten el planeta, como los fabricados en materiales nobles, y que nos aporten armonía nos ayuda a equilibrar nuestro interior; entre los más relevantes en cualquier casa se encuentran las mesas. La mesa es un mueble con un gran significado y, por tanto, influencia en quienes habitan un hogar. Muchas veces es el centro de muchos espacios y representa un lugar de reunión, de trabajo o de conversación. Por eso, su elección es muy importante y va más allá de la calidad de los tablones de madera.
Hay muchos tipos de mesas, pero hay una gran diferencia en cómo afectan a nuestra energía según los materiales con los que estén fabricadas. A continuación te lo contamos.
La energía natural de los materiales nobles
Como ya hemos adelantado, las mesas suele tener un protagonismo especial en cualquier estancia donde se encuentren. Las utilizamos para trabajar, para dar rienda suelta a nuestra creatividad o para reunirnos y comer en familia o con los amigos. Por esta razón, los materiales con los que estén fabricadas son tan determinantes.
Los materiales nobles como la madera, el bambú, la piedra o el mármol nos ayudan a reconectar con la naturaleza. Su presencia equilibra nuestra energía, al proyectar una sensación terrenal que nos evoca la vida, y da sentido a los muebles u objetos de los que forman parte.
Por el contrario, los materiales sintéticos resultan fríos y nos desconectan de la realidad. Vuelven el ambiente monótono y, al contrario de los materiales naturales, no tienen ningún efecto ni en nuestra energía ni en nuestra conciencia.

¿Cómo elegir una buena mesa?
Más allá de la estética y el diseño, la elección de una mesa debe atender a cuestiones que nos brindarán bienestar emocional. Interesarnos por los materiales con los que está hecha, su procedencia, así como, en el caso de la madera, si tiene certificación FSC o si ha sido tratada con productos naturales, son algunos ejemplos que nos ayudarán a elegir bien, basándonos en nuestros principios. Además, hay que tener en cuenta que elegir mesas que han sido fabricadas de forma local o con materiales reciclados ayuda a la economía y reduce la huella de carbono.

Después hay que tener en cuenta tanto el tipo de material, como la forma y el color. De este modo, las mesas con tonos cálidos o fabricadas en madera proyectan una sensación cálida y acogedora, mientras que las de mármol o piedra desprenden fuerza y autoridad, perfectas para estancias de trabajo.
Una mesa fabricada con materiales nobles, en definitiva, marca la diferencia con aquella cuyos materiales sean sintéticos. Además de representar unos principios comprometidos con el estilo de vida eco, su presencia hace que el ambiente sea más armónico y nuestra energía fluya hasta equilibrarse. De esta forma, interesarnos por cómo ha sido fabricada, elegirla basándonos en la imagen que queremos que proyecte y atender a su importancia en el hogar tendrá un impacto muy positivo en nuestro bienestar y, por tanto, en nosotros.

