El coronavirus nos ha traído algo bastante insólito en el mundo de las artes escénicas, y es que debido a las nuevas circunstancias para respetar las medidas de seguridad por el Covid-19, los los escenarios de teatros, conciertos y otros espectáculos de arte o entretenimiento han reemplazado su público de personas por plantas para llenar el vacío. La verdad es que es algo que impacta, más si antes de esta crisis sanitaria frecuentabas conciertos y obras de teatro.
“Concierto para el Bioceno” del Liceu
El ejemplo más destacado lo protagoniza el gran Teatre del Liceu de Barcelona, en el que se ha exibido una creación de Eugenio Ampudia específica para el Liceu, comisariada por Blanca de la Torre, con el nombre de “Concierto para el Bioceno“. Para ello se contó con 2292 plantas, una por cada butaca del teatro, en el concierto de 6 minutos en una obra de Puccini, por el Cuarteto UceLi que interpretó “Crisantemi” (crisantemo). El concierto también fue transmitido en vivo por streaming. Al final del concierto, el sonido de las hojas y las ramas movidas por el viento resonó en la sala como un aplauso. El teatro regaló las plantas a trabajadores locales de salud como un agradecimiento por sus esfuerzos durante la pandemia.
Eugenio Ampudia es pintor, escultor, artista multimedia y comisario de exposiciones. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza. Su obra, liberada de todo lo accesorio, se ejecuta sobre los más diversos soportes interpelando al espectador sobre aquellos conceptos que subyacen silenciosamente en lo cotidiano. Eugenio Ampudia producirá en los próximos días una pieza de video-arte y diversas fotografías de gran formato.
Blanca de la Torre es una historiadora del arte, crítica y comisaria de exposiciones española especializada en arte contemporáneo internacional, experta en arte y sostenibilidad bajo un prisma social que abarca la ecología y la política.
Como indica Víctor Garcia de Gomar, director artístico del Liceu, en la misma página del teatro: “El talento de Eugenio Ampudia en esta acción el Liceo plantea muchas preguntas sobre el traje absurdo que lleva la condición humana durante este confinamiento: un público privado de la posibilidad de ser público. Desde su resistencia a vencer las convenciones y los gestos reiterados, aquí también nos lleva a mirar cómo nos relacionamos con el espacio y en desvelar la propia memoria de estos sitios. Repensando el mundo y sus contracciones, nos sorprende con “Conciert pel biocè“. Un concierto que se perfecciona con la participación del Reino vegetal, mientras el hombre es espectador de la crónica social de la misma.”
Otros ejemplos de gradas con plantas
Relacionado con la música, pero yendo a un espectáculo mucho más televisivo, nos encontramos con el programa Operación Triunfo que también llenó de plantas los asientos vacíos de su público. El plató del concurso producido por Gestmusic ha sido adaptado a las nuevas circunstancias para respetar las medidas por el Covid-19. Para suplir la ausencia de gente en las gradas y en el foso del escenario, con la intención de evitar que el plató transmita una sensación de vacío, el equipo ha optado por sustituir a las personas por plantas.
Pero esto no es nuevo ya que en 2015 el Festival Castell de Peralada encargó al artista y poeta catalán Pere Jaume el cartel de su XXIX edición en el cuál se podía observar un patio de butacas repleto de plantas. El cartel de Pere Jaume vinculaba el Festival con el territorio, rindiendo homenaje a la espesura forestal que invade el escenario y el Empordà, donde la vegetación queda cautivada por el arte. La pregunta que pretendía evocar Pere Jaume era: “¿Por qué el público tiene que ser exclusivamente humano”?.
¿Qué opináis de estas iniciativas? ¿Conocéis algún otro ejemplo similar?