Se calcula que para el 2050 seremos casi 10.000 millones de personas habitando el planeta Tierra, este crecimiento se dará especialmente en la India y en los países africanos. El crecimiento de la población mundial vendrá acompañado, muy probablemente, de un aumento del hambre en el mundo. “Casi 690 millones de personas pasaron hambre en el 2019, las cifras más altas se registraron en Asia, y el aumento más rápido se produjo en África. Si se mantiene esta tendencia, en 2030 más de 840 millones de personas padecerán hambre” (FAO, 2020). No sólo la superpoblación es la causa del aumento del hambre en el mundo, este fenómeno se ve afectado también por las guerras, la inestabilidad política y una mala distribución de los alimentos.
El cambio climático también es uno de los factores que afectan al hambre mundial. Los desastres naturales, la desertificación y las inundaciones son algunos de sus efectos que perjudican gravemente a los cultivos. En España cada vez nos encontramos con temporales más fuertes que echan a perder las cosechas, como por ejemplo el Gloria en el 2020 y el Filomena en el 2021, y con veranos más cálidos y secos, con récords de temperaturas altas, que suponen una falta de agua para el regadío. Por todo ello, las previsiones para los próximos años no son nada buenas para el sector de la agricultura.
No nos podemos olvidar del importante papel que tienen las ciudades en la distribución y el consumo de los alimentos, ya que es en éstas donde reside más de la mitad de la población mundial, y por lo tanto donde existe un mayor consumo. Si tenemos en cuenta el crecimiento de la población del que hemos hablado anteriormente, y la constante migración que existe del campo a la ciudad, vemos que el porcentaje de personas que habitan en zonas urbanas aumentará en los próximos años, concretamente se espera que para el 2050 el 80% de la población resida en las ciudades. Para su alimentación, será necesario un aumento del 70% de la producción, según la FAO.
Por otro lado, mientras que la población mundial no para de aumentar, la cantidad de tierras agrícolas está disminuyendo debido a su degradación, principalmente causada por la erosión de los terrenos. Para conseguir nuevos terrenos cultivables se desforestan en el mundo millones de hectáreas anuales, causando gravísimos impactos ambientales y ecológicos.
¿Qué son las granjas verticales?
Ante estas inquietudes globales, técnicos y científicos de alrededor del mundo han empezado a plantearse alternativas para la producción de alimentos de origen vegetal en las ciudades, que no sean tan susceptibles a los cambios climáticos, y que contaminen menos que la agricultura convencional. Entre ellas encontramos las llamadas granjas verticales, o farmscrapers, que ya llevan años en funcionamiento, y con mucho éxito en algunos países como Estados Unidos y Dinamarca. Las granjas verticales son un concepto de la agricultura para cultivar dentro de edificios con varios niveles verticales, de manera que se aprovecha mucho mejor el espacio. Se usan técnicas como la hidroponía o la aeroponía, las cuales consumen mucha menos agua, e iluminación artificial, gracias a la cual se puede influir en los tiempos de producción.
Muchos científicos, defensores de estas técnicas de agricultura, piensan que las granjas verticales son la solución para el futuro de la alimentación de la humanidad. Este concepto del urbanismo ecológico tiene muchas otras ventajas, como por ejemplo que produce menor contaminación que la agricultura convencional, que se mantiene la calidad del producto, y que los cultivos no son tan vulnerables a los acontecimientos meteorológicos como en la agricultura tradicional. Pero también se encuentran algunos inconvenientes que cuestionarán su eficiencia, como el gran consumo energético que requiere este tipo de instalaciones.
Uno de los puntos más interesantes de estas granjas es que, como se pueden ubicar en cualquier lugar, porque no dependen de la disponibilidad de superficie agrícola ni de las condiciones climatológicas de la zona, se pueden introducir en las ciudades transformándolas de los gigantescos consumidores de recursos que son actualmente, a productores sostenibles de alimentos para autoabastecerse. Gracias a las técnicas empleadas en estos cultivos, incluso se puede llegar a producir los alimentos en los propios restaurantes y supermercados en los que se consuman y comercialicen.
La construcción de granjas verticales dentro de las ciudades reduciría los costes de importación de los alimentos, la emisión de gases de efecto invernadero por el transporte y la dependencia alimentaria de otros países. Además, crearía un beneficioso mercado local ya que, al producirse dentro de la ciudad se generarían nuevos empleos en ella, y se comercializarían los productos también de forma local.
Origen del concepto farmscrapers
El origen de este concepto de agricultura se remonta al 1999 cuando el biólogo Dickson Despommier, profesor de la Universidad de Columbia, desarrolló el concepto actual de la agricultura vertical. Este sistema surgió para dar respuesta a la escasez de la superficie de cultivo en ciudades como Nueva York ya que, de esta manera, los cultivos se apilarían unos encima de otros y se producirían en los mismos sitios donde se consumen, reduciendo las emisiones de CO2 causadas por el transporte. Aunque los rascacielos agrícolas ilustrados en el libro “The vertical farm: Feeding the world in the 21st century” de Despommier aún no se han materializado, la idea de cultivar alimentos verticalmente si lo ha hecho.
Encontramos un ejemplo en Aerofarms, una de las compañías pioneras en este campo a nivel mundial, que actualmente posee y opera cuatro instalaciones de huerta vertical en Nueva Jersey (Estados Unidos). Una de sus granjas verticales es considerada de las más grandes del mundo, se construyó en una antigua fábrica de acero y se inauguró en el 2016. Cuenta con una superficie de 6.500 m2 en las que produce hasta 1.000 toneladas anuales de verduras de hoja verde en diversos niveles de estanterías, usando la técnica de la aeroponía e iluminación tipo LED. Abastecen a un centenar de clientes locales entre instituciones, restaurantes y supermercados.
Esperamos que este post te haya resultado interesante, y tu ¿Conocías el concepto de granja vertical? ¿Lo asociabas a alimentos de origen vegetal? Te invitamos a seguir descubriendo nuestra web con este artículo sobre ecourbanismo. ¡Gracias por tu visita!